Señor,
bendíceme y guárdame, haz resplandecer tu rostro sobre mí y ten de mí
misericordia, alza sobre mí tu rostro y dame paz (Números 6:24-26).
Hazme
como a Efraín y a Manasés (Génesis 48:20).
Sáciame
de favores y lléname de la bendición del Señor
(Deuteronomio 33:23).
Dios,
derrama tus bendiciones sobre mi vida. Revélame y bendíceme (Mateo 16:17).
Soy
la semilla de Abraham por medio de Jesucristo
y recibo la bendición de Abraham. Señor, bendíceme con esa bendición y multiplícame
como las estrellas del cielo o como la arena del mar. Haz descender tus lluvias
de bendición sobre mi vida (Ezequiel 34:26).
Transforma
cualquier maldición pronunciada en mi contra, en bendición (Nehemías 13:2).
Que
tu bendición me enriquezca (Proverbios 10:22).
Que
todas las naciones me llamen bienaventurado (Malaquías 3:12).
Que
todas las generaciones me llamen bienaventurado (Lucas 1:48).
Soy
hijo del Bendito (Marcos 14:61).
Vivo
en el Reino del Bendito (Marcos 11:10).
Mis
pecados son perdonados y soy bienaventurado (Romanos 4:7).
Señor,
todos los días me colmas con beneficios (Salmos 68:19).
Soy
escogido de Dios y soy bendecido
(Salmos 65:4).
Mi
simiente es bendita (Salmos 37:26).
Dame
por heredad la tierra (Salmos 37:22).
Soy
parte de una nación santa, y soy bendecido (Salmos 33:12).
Dios,
bendice mi final más que mi principio (Job 42:12).
Señor
que tu presencia bendiga mi vida (2 Samuel 6:11).
Bebo
de la copa de la bendición (1 Corintios 10:16).
Señor
bendíceme y haz resplandecer tu rostro sobre mí, para que sea conocido en la
tierra tu camino, y tu salvación sobre todas las naciones. Que aumenten los
frutos de mi tierra y que los confines de la tierra te teman (Salmo 67).
Sé
que me favoreces porque mis enemigos no han triunfado sobre mí (Salmos 41:11).
Señor,
favorece mi tierra (Salmos 85:1).
Señor,
dame vida y favor (Job 10:12).
En
tu favor, Señor, haz que mi montaña permanezca
firme (Salmos 30:7).
Señor,
imploro tu favor (Salmos 45:12).
Con
tu buena voluntad acrecienta nuestro poder (Salmos 89:17).
Señor,
ha llegado mi tiempo de misericordia (Salmos 102:13).
Recuérdame,
oh Señor, con el favor que das a tus
hijos y visítame con tu salvación (Salmos 106:4).
Suplico
tu misericordia de todo corazón (Salmos 119:58).
Que
tu favor esté sobre mi vida como nube de lluvia tardía (Proverbios 16:15).
Que
tu belleza sea sobre mi vida y lléname de favor (Génesis 29:17).
Soy
muy favorecido (Lucas 1:28).
Señor,
concédeme un favor extraordinario gracias Señor
amén, amén
Autor: Hermano y Ministro en Liberación Álvaro Tapia
Whatssap +542974140589
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